La noche en la ciudad, pocas luces en el cielo
Algunas estrellas y casi ninguna nube
Edificios enormes, una decena de pisos sobre el suelo
Carteles con promesas que rodean las torres
De departamentos las torres
Por delante de los carteles, vulgarmente por delante
Un hombre roñoso, con toda la mugre de la ciudad, en la piel
Contra las promesas se sostiene
Delante del hombre un perro, sarnoso el perro
Mira al hombre fijo y mueve la cola
Mientras el hombre lo mira
Se acerca unos pasos
El perro sucio
Mientras el hombre lo mira
Sin moverse nada
El perro
Guarda la cola, se acerca otro paso
En ese instante
El hombre sucio, deshace lo inmóvil
Saludando al perro sarnoso con sus manos sucias
Mientras yo me alejo
Lo que hace atractiva a una historia no es lo que se cuenta, sino como se cuenta...
1 nov 2015
El brillo opaco
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