Una de sus manos escurría el agua que caía del cielo mientras que la otra rebuscaba en los bolsillos alguna respuesta a lo que pasaba. Al rato sus manos se cansaron de perseguir imposibles y se dejaron caer sobre su regazo mientras la lluvia se volvía mas vertiginosa y desenfrenada, mientras a los minutos que pasaban les importaba un comino aquel muchacho, en aquella ciudad, en aquel rincón oscuro en aquella noche y el sacudiendo la cabeza intentaba contar cuantas veces las gotas estallaban contra su rostro y no podía hacerlo.
Inventó una sonrisa y la colocó en su rostro procurando que el agua no la hiciese caer y tomando aire se levanta e comienza a correr otra vez, mas rápido y mas lejos mientras la noche borraba el oscuro lugar y el agua cualquier vestigio en su ropa. Sus pasos uno tras otro apagados llegando a sus oídos y la sensación de que todo iba a empeorar en cuanto dejase de moverse que lo obligaba a seguir y alejarse aún mas, no sabiendo de que ni hacia donde pero seguro de que tenía que hacerlo pese eso...
Una sombra perturba la cortina de agua de a ratos, pero nadie está ahí para verlo. Y juro que es un espectáculo magnifico, si tan solo alguien lo viese...
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