Las hojas caian, Tú sentada a mi lado solo suspiras y sonreís.
Entre nosotros el espacio es infimo, pero entre Tú y Yo se extiende un abismo.
Sin mucho esfuerzo extiendo mi mano hacia vos, pero Tú te alejas y la caricia que no llego a nacer muere en nada.
Es silencio solo se ve interrumpido por lo impertinente del viento, que sopla desde el este acompañando la salida del astro rey.
La mayoría del tiempo en el cual no peleamos pienso en lo maravilloso que hubiese sido todo si tu inocencia no se hubiera perdido aquella vez.
Porque Tú y Yo sabemos y el sol es testigo de como el fuego de la pasión te quito aquello que tenias de niña, para dejarte como mujer, desnuda e indefensa ante un mundo hostil de sombras.
El riesgo del fuego era quemarnos y aun así lo hicimos. Inexperiencia, insensatez o tal vez la simple adrenalina de aquello prohibido .
Lo que quedó del fuego, lo peor de nosotros, porque todavía eramos nosotros.
Quedó lo incoherente de los dos, quedaron los defectos desnudos y evidentes, como nuestros cuerpos.
El sol ya salió, todavía estas Tú y aun estoy Yo, pero no queda nada de nosotros, Tú te vas por el este, por donde vino el sol y Yo me quedo aquí, de nuevo conmigo.
6 comentarios:
Me Gustó, Me Gustó =)
muy, muy.. MUY bueno :D
Muy bueno.
Abrazo grande.
Ves!!! Es lo que te digo!!! Tengo razón cuando digo que escribís lindo, profundo, abstracto y poetico. Yo soy mas de rioba jajaja
Que lindoooo! Me encanto, de verdad :)
Hace mucho no pasaba por aca... para los viejos conocidos, soy La Fox :)
"La caricia que no llego a nacer muere en nada."
Y me gusta el cierre, el último párrafo. Estupendo.
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