Pasado un mes del primer encuentro, y con varios encuentros furtivos en el medio, la decisión que ella tomo hizo mucho con mi orgullo. Dejo a ese alguien y me eligió a mi. Solo contaba con un día de diferencia el final de una relación y le comienzo de otra, mas señales de alerta, y sin embargo, lo incandescente de sus labios, el destello de sus brazos, la ternura de sus brazos taparon mis ojos con una venda difícil de quitar. El Amor.
Todo marchaba de maravillas, había encontrado alguien en quien depositar mi cariño, incondicional y sin restricciones ni condiciones, como me habían enseñado a amar, y encontraba que me devolvían cariño también, pero había condiciones, que no significaban nada para mi, por lo menos en aquel principio.
Durante 5 meses Aprendí a sonreír a y volví a recordar lo que era llorar. Eso me liberó mucho, ahora se que era una preparación para lo que vendría. fui feliz a pesar de todo, no me importaba nada con tal de su sonrisa, y cuando digo nada, es nada. Faltar a algún lugar con tal de verla, quedarme sin nada para comprarle una sonrisa, luchar contra opiniones contrarias por creer que aquella felicidad era eterna, alejarme de amigos por evitar que ella se disguste. Y a cambio solo pedía que me amaran y que me dejaran ser yo. Pero no podía ser.
En el sexto me encontré con una versión fastidiada de mi mismo, estaba cansado de ceder y ceder y a cambio no recibir nada mas que reproches. Amor había, negar eso sería mentirles, pero también me estaba cansando de ser el único que tirara para que los dos sigamos juntos. Salvando algunas actitudes suyas que me generaban pensar que no me contaba todo, y dejando pasar sus celos enfermizos la relación empezaba a perder el brillo que tenía hasta ese momento.
Los dos meses que le siguieron fueron un vaivén de enojos, desencuentros, llantos, reclamos y peleas llegó el noveno mes y yo quería tomarme el primer plato volador a Júpiter y perderme en alguna nebulosa espacial. No me encontraba a mi mismo, tenía lejos mis amigos y estaba cansado de correr detrás de ella y de su sonrisa, Sin embargo la seguía amando como el primer día o mas.
Lo que decidí cambió las cosas en mi vida....
A veces el primer paso para volver a ser feliz en empezar a sonreír.....
5 comentarios:
Janus, tanto tiempo.. lo que sea que escriba sobra. Esta entrada desborda de sentimientos encontrados.. Estás son las relaciones que nos preparan y curten para amar en serio, y para tomarnos en serio los "para siempre". Quizá inconscientemente negaste que esto era esporádico.
Un abrazo grande.
Lo importante no es la eternidad sino el mientras tanto.
Ya lo dije alguna vez, ya lo leíste... me pareció el momento de repetirlo.
(porque, a veces, recordar el mientras tanto hace que sepamos que ya no queremos el para siempre... en esa historia)
Que historia!.
Cerrar una puerta, aunque duela, para abrir otra que promete felicidad....
Uffff, hay que saber diferenciar el amor del enamoramiento. Que haya dejado a alguien y al otro día se haya puesto con vos, como bien dijiste, fue una señal (importante y titilante) de alerta. Que seguro la tapó el enamoramiento.
En fin, de estas cosas se aprende.
Abrazo grande.
"Éramos tan jóvenes..."
Decime si no está bueno crecer y dejar de creer en Papá Noel, el Ratón Perez y el amor de pareja.
Muá.
Publicar un comentario