Dicho esto procedo a traducir al lenguaje común, el de los seres humanos, las revelaciones del mas singular de los sujetos. Del cual no es necesario, en absoluto, hablar ahora más que a través de sus reflexiones.
Acerca del número 9 como borde eficiente de la matemática
Al definir 0 como valor numérico, o mejor dicho como no valor, para las matemáticas modernas se establece el borde que inaugura hacia adelante y hacia atrás la posibilidad de contabilizar, medir el espacio, el tiempo, cada detalle de la existencia cobra un sentido particular tan profundo que llegamos a poder determinar a partir de contar desde 0 la diferencia entre dos porciones similares de materia.
Quizás para el lector promedio, si es que es posible establecer un promedio, lo que acabo de mencionar no le aporta ningún conocimiento nuevo. Me disculpo con aquellos que consideran esto tedioso o innecesario, pero no puedo evitar situarme en el primer borde para referirme al segundo.
Entonces siguiendo la idea de que el 0 permite organizar a el universo de los símbolos numéricos y les da un sentido y un orden, existe un otro borde que marca cual es el limite opuesto, y ese valor es el 9.
El 9 representa el tope eficiente a la posibilidad infinita que presenta la función sumar valores, más allá del 9 se inaugura la novedad, el volver a empezar pero siempre a partir de 0(...)
Lo que continúa en el tratado resulta ininteligible para espíritus menos sutiles del que sin lugar a dudas poseía el autor de dicha revelación maravillosa para las matemáticas modernas, con las consecuencias filosóficas que dicho postulado presupone. Estas breves lineas bastaran para que el lector se haga una idea de lo agudo del ingenio de este desconocido, el entrañable determinado individuo X
