El suelo estaba completamente sucio, como casi todo en la casa y hacía tiempo ya que a ninguno le interesaba todo eso.
No importaba en parte porque nadie vivía lo suficiente dentro de ahí como para que se preocupen por esas cosas.
Afuera llovía como en primavera suele llover, y adentro siempre había ruido.
Me gustaría poder irme de acá, no porque me moleste sino porque mi hogar no es acá y no es en ningún lado.
Los días pasan igual y la casa sigue siempre así, es necesario que siga así, porque después de todo es el único lugar al que todos terminan volviendo.