Pasan muchos demases, sin demasiada importancia, si prestar casi nada de atención a ningún otro. Se van, están, llegan pero eso realmente no importa mucho todo eso porque sería lo mismo si no estuviesen, o quizás no. Porque de alguna manera el que estén ahí significa muchas cosas, aunque importen menos que lo más pequeño en este planeta esos demases están a su alrededor y llegan, y se van, y no lo dejan completamente sólo casi nunca. Están porque el no es nada más que otro demás para los otros otros, y llega, se va y esta al rededor de ellos.
Chiste metafísico, casualidad, designio divino, lo que sea que fuere. Eso no importa casi nada porque así seguirá siendo, y no es que eso represente demasiado de malo, no claro que no, es casi condición de existencia de la especie.
Curiosamente y a pesar de esto existen momentos en todas las existencias en los cuales es posible sentir que los demases son como uno, y que importan, y que lo que hagas puede modificar en algo sus vidas, así como lo que hicieron esos demases en algo cambio lo que es tu existir.
Nunca se puede estar sólo, ese es el mayor problema de existir, pero tampoco es posible estar acompañado, al menos no del todo, nunca.
Eso pasa, jurarias que es así, casi que lo harías.
Chiste metafísico, casualidad, designio divino, lo que sea que fuere. Eso no importa casi nada porque así seguirá siendo, y no es que eso represente demasiado de malo, no claro que no, es casi condición de existencia de la especie.
Curiosamente y a pesar de esto existen momentos en todas las existencias en los cuales es posible sentir que los demases son como uno, y que importan, y que lo que hagas puede modificar en algo sus vidas, así como lo que hicieron esos demases en algo cambio lo que es tu existir.
Nunca se puede estar sólo, ese es el mayor problema de existir, pero tampoco es posible estar acompañado, al menos no del todo, nunca.
Eso pasa, jurarias que es así, casi que lo harías.