Lo que hace atractiva a una historia no es lo que se cuenta, sino como se cuenta...

15 mar 2012

Pequeñas palabras pequeñas...

casi como consecuencia de una falla en algún destello de todos lo que nos regalan las estrellas, casi por casualidad la suerte le sonríe a un mendigo de sonrisas de otro de los tantos rincones del mundo. Aparecen luces en una noche desteñida, una noche en donde los colores se diluyeron como la tiza cuando la lluvia llegó.
Riendo el mendigo se lanza hacia las luces buscando la novedad de lo desconocido, esperando que la sorpresa le regale alguna sonrisa que guardar contra lo gris de la ciudad.
Lo maravilloso suele encontrarse en lo pequeño, en lo discreto, lo sin forma todavía. Corriendo para no perder el destello entre todas las sombras que se arremolinan contra el casi como evitando que encuentre aquellas luces, se lanza en una carrera desesperada hacia algo que desconoce pero que sin dudas espera. Y los destellos pequeños, discretos e indefinidos aun, aguardan frágiles pero delicadamente quietos en el mismo lugar en donde el mendigo los vio por primera vez.
Al llegar, agitado, asustado y a la vez ansioso se arrodilla junto a aquello que lo deslumbro y descubre que aquellas luces, esos destellos son tan pequeños que le asusta que desaparezcan. Es por eso que se sienta a su lado y solo los mira.
Aquellos fragmentos de luz, esos suspiros de estrella le recuerdan al sol y espantan a la noche con sus sombras. Sonríe el mendigo, después de tanto recuerda que el también podía regalar y no solo pedir sonrisas. De repente cuando las sombras dejan de ser tan negras y lo diluido de la ciudad se vuelve cada vez mas nítido, y el verde le gana lugar al gris, el mendigo busca sus destellos y ya no están mas ahí a su lado.
El día pasa y sus pasos se confunden con otros pasos y su sonrisa invita a otras sonrisas. El sol se va yendo por donde se va siempre y noche va despintando la ciudad otra vez, ni el mendigo ni su sonrisa pierden el color, porque esta vez los destellos se van con el... y sus pasos retumban en la noche, pero él sonríe porque, Solo, ahora es una palabra..




A brillar es difícil aprender solo, menos mal que ustedes me enseñaron rápido...




11 mar 2012

Comenzar algo y nunca terminarlo, a veces me pasa hasta con las palabras...






La habitación estéril era un cubículo preparado para que ni la mas ínfima partícula ingresara dentro, la densidad de las paredes y los controles y desinfecciones que se debían atravesar aseguraban la completa limpieza de todo aquello que penetrara la habitación.
Joshua Tykar era la segunda eminencia en el planeta en lo referido a trabajo con OIA(Organismos de Inteligencia Artificial), él había conseguido generar sentimientos en los robots pero su investigación estaba resguardada en la base marina de máxima seguridad a la cual solo tenían acceso Joshua y los ministros generales de las regiones este y oeste de la. Ahora Jo se dirigía hacia la habitación estéril para comprobar si lo que le habían informado era cierto, la media noche anterior mientras el se encontraba en la península árida a orillas del océano atlántico leyendo  la progresión de neurocircuitos de NK2, lo sorprendente de esta semana era el crecimiento exponencial que se había producido. La idea base del trabajo Tykar era la de que para poder crear una verdadera inteligencia artificial se debía encontrar la manera de que el cerebro positrónico de las maquinas pudiera generar nuevas conecciones, allí es donde los sentimientos podrían reproducirse. Al igual que lo vivido deja una impresión o huella dentro de la conciencia de las personas, lo mismo debería suceder con los robots.
Luego de 15 años de trabajo junto con su mentor y protector Isaac Kruvchev finalmente pudieron desarrollar un cerebro positrónico que literalmente aprendiera, así el primer NK fue construido y puesto en marcha. Aquel día fue uno de los mas convulsionados en la historia del planeta, grupos de fanáticos religiosos y de fundamentalistas intentaron ingresar a los laboratorios de investigación, Corresponsales de toda la galaxia intentando conseguir imagenes del primer robot con sentimientos y sobre todo los ministros regionales expectantes ante la idea de un descubrimiento que de ser exitoso pondría a la tierra en una posición muy favorable dentro del consejo planetario. Jo recordaba con nostalgia ese día, a las 7 de aquella mañana el auto de la compañia...

(Esbozo de cuento de ciencia ficción incompleto)


Prendió la luz y las sombras se agazaparon detrás de los poco muebles que había en la habitación a la espera de la oportunidad de volver a ser dueñas del lugar. Los ojos recorrieron el lugar despacio, al tempo de la melodía que los labio tarareaban, se encontraron con un sillón de madera y ahí, justo ahí pararon de buscar. Se acercó hasta él y se dejó caer con una mueca de alegría pintada en el rostro, se frotó la cabeza con su mano, un gesto mecánico que adoptaba cada vez que decidía que el pelo le molestaba, al tiempo que rebuscaba en la habitación algo con lo cual entretenerse hasta recordar porque era que estaba ahí.


(algo de eso que escribo cuando las palabras salen, pero esta vez no pasó, nunca terminé de hacerlas salir)



No soy intelectual, tampoco un mercenario, no consigo mi titulo ni recibo salario.

Juego con las palabras y con ellas me rodeo y así descubro el mundo y lo escribo de nuevo.

A veces tengo ganas de que el viento llegue fuerte, me sople y me lleve lejos a donde nadie me encuentre, o perderme en el mar, jugar en la corriente y así irme nadando sin preocuparme por la gente.

La vida que tengo es el resultado de las decisiones que tomé con las opciones que me han dado.

Y creo que la gente a mi no me entiende, porque no busco comprar en una sociedad que vende, pero no soy sencillo no intentes entender las cosas que hago cuando las voy a hacer.
Camino y llevo bien alta la frente teniendo cuidado de que no me arrastre la corriente.

Mis días los resumo cuando no tengo ganas en colecciones de momentos sin noches de gala, en una melodía que nuca fue escuchada, en sátira y tragedia con un toque de nada junto con alegrías que colgué en mi venta.

Y si encuentro voluntad para volverlos un relato los cuento con sonrisa de licor barato, hablando sobre sueños describo mi persona, mis ideales, mis miedos siempre con tono de broma.
Valiente me enfrento a la lagrima herida que rodando por mi cara viaja a la deriva, me vuelvo león al hablar del dolor mientras mis manos tiemblan describiendo su horror. 

(intento de copia a lo que hace calle 13 a la hora de componer)

Era una noche distinta, una de esas noches en las cuales el tiempo se vuelve aun mas relativo de lo que acostumbra, casi como me pasa siempre en algún momento de la noche salí a afuera de aquel salón. Me pasa con los espacios cerrados y enormes, simplemente me ahogan luego de un rato.
Lo que me sorprendió esta vez fue que al rato apareció tu figura irrumpiendo en la noche, trajo unos segundos del estruendo que adentro sonaba, un poco de humo y también una sonrisa, pero aquello corría por tu cuenta.Te sentaste a mi lado, siempre te sentas conmigo, mi miraste y nada mas sonreíste con tus ojos. 
Miré al cielo y miles, millones de estrellas me devolvían luz, la noche parecía nueva y una brisa soplaba suave para recordar que el invierno aun andaba por acá. Con mi mano busqué tu pelo y jugando con el me quedé un rato, resultaba extraño un momento de silencio entre nosotros dos, estaba fuera de lugar.
Miraste el cielo, volteaste hacia mi y me dijiste algo que no quise escuchar. No sonreías ya, tus ojos estaban raros, volviste a decir las mismas palabras y esa vez si las escuche.

(esto no se porque ni de donde salió pero quedaron así las palabras ordenadas)


!Deja de correr!
Eso creo haber escuchado antes de todo aquel silencio, antes de que todo cambiara de sentido y no fuera igual mas. Me senté allí donde estaba, lugar extraño de describir, una mezcla de la peor morada de la muerte y la primera parada de colectivos de una noche fría, ahí fue donde me dejé estar. En ese lugar cerré los ojos y no se porque pero abrí la boca como si eso fuera lo que tenía que hacer, al instante volví a abrir los ojos porque no me gusta mucho eso de cerrarlos en lugares que desconozco. Al rededor no había demasiado que ver y si lo había las sombras no permitían verlo tampoco, de repente algo se movió pero no fuera, adentro de mi, en lo mas profundo de mi humanidad, en los cimientos mismos d...

(palabras que prometen pero que por ahora no cumplen...)






(DATO CURIOSO, LAS ENTRADAS MAS VISITADAS SON LAS QUE MENOS CONTENIDO TIENEN.... CLARAMENTE ES UN FRACASO PARCIAL COMO ESCRITOR DE MI PARTE)

1 mar 2012

¿Viste cuando te cansas de lo que escuchas? bueno, así...

¿Sabes que?

estuve pensando seriamente acerca de todo lo que está pasando últimamente y no puedo encontrarle una buena respuesta a todo esto.



Es cierto que hace algún tiempo que las cosas no está saliendo como lo espero, pero, para ser sinceros ¿cuando las cosas salen completamente como uno las espera?




A veces, y esto es cierto, suelo tener buenas rachas y los momentos van ordenándose uno tras otro hasta lograr el día perfecto en un mosaico de acierto, pero y siempre hay un pero, no todos los días son así y no siempre puedo disfrutar de el orden cósmico de las cosas.





Sin embargo y a pesar de lo azaroso de los días que me tocan vivir puedo decir casi con seguridad de que soy el ser humano vivo con menos ganas de crecer en este mundo.




Y los motivos son 2 y solo 2, en realidad no pero siempre suena serio cuando uno enumeran las cosas.





La primera cosa por la cual no quiero crecer, y con crecer me refiero a transformarme en un adulto en plenitud, con sus preocupaciones, su estrés y demás basuras, es porque todos los días descubro que ser un muchacho es genial, estas en el momento de tu vida en el cual todo lo que querés, podés o casi todo.




Pero a pesar de eso también te encontrás con tus ideas, tuyas por primera vez y la capacidad de volver acto lo que se te ocurre.
 


Y cuando creces, te vas olvidando de eso, empezás a pensar productívamente, en función de la ganancia que esto o aquello genere, de las horas que tengo que hacer para poder tener aquello. Y eso es una cagada.




Prefiero mi manera de ver al mundo, mi egoísta e infantil manera del ver al mundo, donde me paso lo productivo por los Yarblocos y elijo hacer algo que me deje sonreír.






Trabajar solo en función de complicarles menos la vida a todos e incluso a mi mismo. Decir lo que tengo ganas de decir, porque el mejor momento es cuando yo lo crea, pero hacerme cargo de lo que dije y bancarme lo que venga por eso.


No quiero crecer porque si crezco voy a perder esa magnifica sensación que se me presenta cada vez que descubro alguna cosa nueva en uno de los tantos juegos que me acompañan,



si crezco no voy a poder discutir con devoción acerca de trivialidades y tendría que ponerme serio,




no podría desperdiciar los importantes minutos de mi vida adulta en películas o dibujos animados,



debería de leer para ser una persona culta y no simplemente porque es alucinante tirarme en mi cama a devorarme libros completos solo por el placer que eso me provoca,




si crezco tendría que entablar una relación sería con una mujer, mientras que ahora puedo darme el lujo de ser irreverente conmigo y los demás, puedo conocer a alguien y pasar un rato, por si las cosas no van bien como para no lastimarnos y eso está bien.





de grande no, no podes salir un fin de semana porque eso es para los pibes, que no saben lo que hacen, que están aburridos que son egoístas.



quiero ser así, pibe por lo que me queda de tiempo, porque aprendí que los que se quedan pibes suelen sonreír mas, y quejarse menos...









(es como que desde hace un tiempo todos me rompen las pelotas con la adultez y estoy cansado...)