La noche me arrulló y mientras me alejaba fui dejando los problemas sobre el asfalto, y ahí se quedaron hasta hoy. Llegamos con la mañana y entre la confusión de estar lejos de las calles de memoria y las ganas de llegar al lugar terminamos encontrando nuestro destino, las cosas andaban bien a pesar de que no todo salía igual a como esperábamos que pasara.
Si tuviese que describir los días, sonaría aburrido.. Prometo, eso si, robarle fragmentos a mi memoria para que al menos se pueda sonreír al leer alguna de todas las cosas que pasaron, pero eso va a ser cuando encuentre las palabras para hacer reír.
Desde pequeño supe en algún lugar de mi alma que lo que amaba era viajar, dejar que la distancia le robe metros a lo igual para llevarme a lo diferente, hoy después de algunos días y de algunos kilómetros de distancia puedo afirmar que el sueño más grande de mi vida es poder viajar hasta aburrirme.
Quisiera siempre tener que armar las valijas, gastar los calzados y mirar el sol desde distintos lugares, conocer muchos vientos, respirar muchas noches. Para que algún día, ya cansado de caminar pueda sentarme a contar los pasos pasados.
Y a pesar de que el viaje pudo haber salido así
eso no pasó y pude regresar a casa casi como me fui.