Lo que hace atractiva a una historia no es lo que se cuenta, sino como se cuenta...

14 may 2012

Oniricon


Anoche te soñé, no se muy bien porque, no logro descubrirlo. Algo de condensación, desplazamiento, metáfora y deseo reprimido debe tener eso. 
Pero claro no a todo el mundo estos conceptos le dicen algo, es más, a mi mismo no me explican del todo porque es que sucedió. 
Lo extraño es que la última palabra que recuerdo haber pensado es besar y lo primero que recordé hoy al abrir los ojos en la oscuridad es tu nombre.
Nada de esto debe tener un sentido claro y distinto, y estas palabras lo reflejan. 
Sucede conmigo siempre algo así, es casi estructural supongo, no puedo evitarlo. 
A pesar de que concientemente preferí evitar continuar con cualquier esbozo de trama con vos, porque el silencio aprendí que suele truncar las cosas, pero eso no es lo que me molesta. 
Después de todo, cuando no hay nada, de nada vale suponer que algo va a ser, pero nunca soy tan lógico como eso y las ideas a veces aparecen a pesar de nosotros mismos.
En definitiva es eso, algo que no puedo explicar sobre alguien que no esperaba alucinar, al menos no oniricamente, y sin embargo pasó. 
Seguramente si yo hubiese sido Freud, ahora mismo estaría elaborando algún artículo revelador acerca de el aparato psíquico y su funcionamiento gracias a todo eso, pero pasa que no estoy en Viena, no es 1900 algo y yo no soy Freud, por lo tanto vomito algunas palabras y pretendo que eso sea suficiente para tranquilizar mi ridiculez. 








3 may 2012

Dos veces algo


Entramado


A lo mejor si te rieras menos y cerraras más tu boca todo seria distinto. 
De aquellas cosas que perdiste que la unica sirve es la que ya no podes encontrar y el chiste de todo eso es que no podes vivir sin aire. 
Mientras las horas transcurren en un zigzag de minutos ininterrumpidos vos vas perdiendo los plenos y al lado tuyo la suerte sonríe y canta color. 
Y es que la vida es eso, dos putas cartas para hacer saltar la banca, para trasformar tus grises en color y darte el gusto de sonreír sin que te pese. 
Pero no podes porque hace rato que el tren se fue y para que vuelva falta todavía. 
Podes consolarte pensando que todavía no llegaron los buenos días y que mañana va a ser mejor.
O aún más, podes moverte por lo que queres que sea, patear el tablero y romper con lo que te sujeta para ser vos quien elija. 
Aunque a pesar de todo siempre tus palabras no van a ser tuyas, te queda todavía la posibilidad de señalar cual de todas esas queres pedir prestadas para por un rato sentirte creador y no creado.



Debería ser un poco menos yo, eso creo. Tendría que parecerme un poco más a esos...


Soy de esos tontos que no recuerdan una fecha de cumpleaños, que olvidan decir te quiero al final del día. Esa clase de tonto que no siempre va a poder dar lo que se necesita, de vez en cuando me pierdo en ideas extrañas y dejó a todos los demás para después. Soy uno de esos tontos a quien le importa la mirada, uno de los que acaricia toscamente, que se vuelve un niño casi siempre. Rara vez hablo enserio y a veces me río de más. Soy de esos tontos que dan vergüenza en la calle, alguien que no sabe enamorar con miradas, de esos que siempre tienen consigo un chiste fuera de lugar. Un idealista que quiere cambiar el mundo pero no sabe muy bien como hacerlo. Soy uno de esos idiotas a los cuales se les escapó la timidez, de los  que no saben cerrar la boca. Me gusta estar sin nada que hacer, me molesta casi toda la gente. Creo que no soy tan distinto como espero ni tan común como no quiero. Soy un escritor con muchos sueños y pocas posibilidades, soy un soñador perdido. Soy el discurso de los demás hecho instante ahora, soy las palabras que quiero decir hechas sangre. El segundo en la cola de los inmorales, el pasajero sin boleto en un viaje sin rumbo. Soy ideales copiados y reflexiones robadas. Uno de los tantos locos sueltos, el último de los fracasados del amor, un poeta mal rimado. Soy la absurda verdad subjetiva, la violencia sin nada que hacer. Tengo montones de sueños, puñados de miedos e ideas arrugadas. El muchacho sentado en algún asiento de un colectivo lleno de transeúntes, un número en el sistema. Soy un romántico renegado, un soldado cobarde. Soy adjetivos.
Soy un yo esperando ser algo.